“La imaginación es más importante que el conocimiento”
Einstein
Los que somos profesores por gusto, por vocación, pasamos la mayor parte del tiempo hablando, platicando, debatiendo y si le sumamos el gusto por las matemáticas, la tecnología, la ciencia, tendremos inevitablemente una escuela de robótica porque permite compartir con muchas otras personas con los mismos intereses, con la misma pasión por pensar para construir y programar, por inventar para resolver un problema o simplemente para dominar la tecnología.
Establecer una escuela de robótica es en términos generales igual que iniciar cualquier otro negocio, es necesario invertir en mesas de trabajo, sillas, bancos, muchas computadoras, conectores y en este caso particular los equipos de robótica, fundamentalmente sensores, micro-procesadores y servomotores que son la idea básica de la cibernética:
Entrada – Proceso – Salida.
En su libro “Entendiendo los medios” McLuhan inicia con el capítulo “El medio es el mensaje” con lo que indica la relación que hay entre el medio en que nos publicitamos y el mensaje que ofrecemos, de tal manera que una escuela de robótica solamente se puede publicitar en medios impresos o electrónicos que puedan ser vistos por toda la familia, especialmente si estos medios están asociados a virtudes y valores.
Una de las grandes diferencias con otros negocios es que en una escuela el prestigio tarda más en llegar, se logra mucho más lento, debido a que mientras en otros giros depende de la atención al cliente y el precio de sus productos para crear fama por ejemplo de “buena tienda” o “tienda cara”, en una escuela es necesario ver el progreso de los alumnos durante varios meses y en ocasiones los beneficios de estudiar se logran ver hasta mucho después de egresados los alumnos de sus escuelas para que las personas digan “es una buena escuela” o “es una escuela patito”, es decir que las personas perciben la calidad educativa aún sin estudiarle como un valor agregado que tienen los estudiantes que los diferencia de los demás estudiantes, estas diferencias pueden estar en el lenguaje utilizado porque nos sorprendemos cuando un niño usa palabras muy técnicas para su edad, otra diferencia es la habilidad para manipular dispositivos, la retención de información y especialmente la disposición por hacer que entre otros cosas crean un liderazgo en el niño porque todos sabemos a quién debemos preguntar cuando tenemos un problema de mecánica, música o en este caso de matemáticas, programación o robótica.
El prestigio de una escuela desde luego que también se relaciona con la calidad en el servicio que en ocasiones es tentador dejar por un lado, pero es necesario limitar el acceso a más alumnos para ofrecer un mejor servicio a los ya inscritos, al abrir nuevos grupos respetar los rango de edad establecidos y atender a cada alumno con respecto a sus diferencias biopsicosociales.
Y bueno también se requiere de pintura, mucha limpieza, permisos, registros, y desde luego es necesario ubicarse en un lugar de fácil acceso, pero lo más importante es saber y querer lo que se hace porque cualquiera puede comprar una franquicia para vender café, libros, nieves, refacciones, etc., pero si no le gusta o no sabe lo que hace, las comunidad no lo va a percibir como líder en ese campo del conocimiento, es decir que no irá a preguntarle ¿qué nieve es más rica? ¿cuál libro tiene más éxito? ¿qué refacción le conviene a mi auto? Preguntas todas que se deben responder en cualquier negocio con entusiasmo, con gusto, con pasión, porque como dicen “el que no vive para servir no sirve para vivir”.
Saludos!