Considero que la tendencia ha sido desde hace mucho tiempo la necesidad de trabajar colectivamente, cada vez más interrelacionados ya que podemos considerar por ejemplo que un carpintero del pueblo de Aconchi hacía las veces de leñador y conseguía su propia madera de la sierra baja de Sonora, la cual enterraba para secarla lentamente para después cortar y construir muebles para su comunidad con herramientas construidas o arregladas por el mismo, es decir que no necesitaba antes el apoyo de otras personas, pero actualmente el mismo carpintero requiere de otras personas para producir mas y mejor.
En general lo mismo sucede en cualquier oficio o profesión, cada vez requerimos de más personas para nuestro desempeño lo que requiere de mejor organización tanto al interior como al exterior de las instituciones a las que pertenecemos, porque aun cuando trabajamos en una escuela nos debemos relacionar con otras instituciones sociales como las familias u organizaciones externas de capacitación.
La dinámica social en las escuelas es difícilmente comparable con la que se presenta en otras instituciones, tanto por la cantidad de personas como por la variedad de comportamientos de las mismas, por ejemplo en una escuela secundaria de nuestra ciudad podemos encontrar más de mil alumnos y más de cien trabajadores entre docentes y administrativos, siempre interactuando entre si lo que no sucede en una maquiladora que es una de las organizaciones que mas personal ocupa, ya que cada individuo se dedica a una actividad específica en un área solamente a diferencia de profesores y alumnos porque los profesores cambiamos de alumnos cada hora o visto de otra forma nuestros alumnos cambian de profesores cada hora, todos y cada uno de ellos con formas muy distintas de pensar realizando actividades diferentes cada hora en el caso de los alumnos por el cambio de asignatura pero también diferentes para los profesores que aun impartiendo la misma asignatura cambiamos de alumnos.
Lo anterior invita a proponer un liderazgo ecléctico, híbrido, que considere especialmente aspectos del desarrollo organizacional pero también considerar acciones verticalistas tanto por la brevedad en los tiempos como por las diferencias individuales en profesores y alumnos, ya que es común encontrar quienes solamente atienden a órdenes directas y específicas, quienes en muchas ocasiones no toman alguna iniciativa y es necesario entregarles comisiones para algunas actividades, muchas veces hacen como que se enojan pero un par de minutos después de asignada verticalmente su comisión platican con mucho entusiasmo de lo que van a hacer.
Es decir que dependiendo del entrenamiento que como empleados o alumnos hemos recibido a lo largo de nuestra carrera será la forma en que realicemos nuestras actividades, pudiendo preferir un sistema verticalista si somos pasivos o de desarrollo organizacional si somos proactivos, de tal suerte que la medida de estas estructuras la deberá de considerar el líder del plantel en función de su principal recurso.
Un ejemplo común de lo que sucede en las escuelas debido al estilo de liderazgo ejercido es que quizá la falta de actividad física extenuante y la excesiva actividad intelectual – lingüística hace que profesores y alumnos tengamos mucha energía para debatir un tema interminablemente aun cuando sea un acuerdo que en otras organizaciones les tome solamente un minuto discutir y acordar, situaciones en las que el líder debe acotar dichos debates para que las reuniones sean efectivas y no resulten interminables.
En el caso de analizar la comunicación en la escuela, pero con la escuela ya no como órgano de transferencia cultural sino como una empresa o institución con metas preestablecidas tenemos una estructura verticalista de comunicación, donde algunas de las instrucciones, indicaciones, disposiciones, etc., nos llegan por escrito en fotocopia desde los más elevados puestos del organigrama, mientras que las comunicaciones de información de cambios normativos, propuestas educativas, datos presupuestarios o de inversión, etc., nos llegan a través de los medios de comunicación masivos, es decir que mucho de lo que los profesores sabemos, por ejemplo de los actuales cambios como el arresto de nuestra líder sindical, al agregado al Art. 3° Constitucional, la reformación del Instituto de Evaluación, información de becas, uniformes escolares, modificación de fachadas escolares, etc., han sido por televisión, prensa o internet.
Es decir que uno de los grandes problemas en las escuelas de cualquier nivel es el estilo de liderazgo de los directivos que invariablemente determinan el estilo de comunicación.
Bibliografía
Bolivar, Antonio (2010) El Liderazgo Educativo y su Papel en la Mejora: Una Revisión Actual de sus Posibilidades y Limitaciones, Revista Psicoperspectivas, Vol. 9, Nº 2 Julio-Diciembre, pp. 9-33, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad de Granada, España.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2012), Ley General de Educación, Diario Oficial de la Federación, consultado en línea el 14 de Mayo del 2013 en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/137.pdf
Goleman, Daniel, (2004) ¿Qué hace a un líder?, Harvard Business Review, Harvard Business School Publishing Corporation. Tomado de http://hbr.org/2004/01/what-makes-a-leader/ar/1 el 14 de Junio del 2013.