• vie. Nov 22nd, 2024

Educación, Profesión Académica y Modernidad

Profesorado

Primer eje analítico: La profesión académica y los desafíos de la innovación

“Renovarse o morir” es un refrán muy utilizado en el campo industrial y empresarial, pero que cada vez se acerca más al sistema educativo, en el sentido de que la escuela como unidad del sistema educativo desde sus inicios se ha mantenido un paso atrás de los cambios de la dinámica social, aunque paradójicamente es en la misma escuela donde se generan muchos de estos cambios.

Lo anterior implica que la escuela deba morir, sino que establece la urgencia de una completa renovación, incluyendo la misma la flexibilidad suficiente para adecuarse inmediatamente a los cambios, pero además están en condiciones de identificar y conservar metodologías y tradiciones que sigan siendo adecuadas y útiles. Algo que se platica fácil pero que requiere mucha inteligencia, honestidad y humildad por parte de los tomadores de decisiones quienes desean pasar a la historia como reformadores del sistema educativo dando por hecho que la metodología con la cual fueron educados es la mejor que existe, desde luego que esto observación en función de la valoración del éxito relativo y han tenido su vida profesional.

Carbonell comenta dos de los puntos anteriores, en uno de ellos indica que “… los gobiernos son conscientes de que tendrían que emprender grandes reformas educativas…”, pero se quedan en el intento, recordemos aquí en México el inicio de la reforma educativa en secundarias, cuando se había denominado Reforma Integral a la Educación Secundaria RIES, mediante la cual solamente se modificó el plan de estudios cuando sabemos que lo urgente es una reforma al esquema laboral, por tal se eliminó lo integral del nombre de la iniciativa quedando solamente Reforma a la Educación Secundaria RES.

El segundo punto relativo a las paradojas de las reformas que menciona Carbonell es que la reforma propuesta para el nivel secundaria contempla el cambio de la enseñanza de las ciencias de materias a asignaturas, es decir que antes del 2006 se enseñaban física, química, biología, geografía, cívica e historia, cambiando a partir la RES a la enseñanza de ciencias sociales y ciencias naturales, lo cual se antoja incoherente con el cambio de plan en 1993, cuando antes se enseñaba por materias y se implementó el plan por asignaturas, es decir antes de 1993 era por materias, entre 1993 y 2005 por asignaturas y después del 2006 una mezcla de asignaturas – materias, estos cambios sin mediar investigación, explicación o argumento alguno, con lo que se refuerza lo indicado por Carbonell de que las reformas mas bien se sustentan en “… visiones y culturas educativas del pasado… porque son las únicas que conocen…”, amparados en frases como “los profesores de antes eran mejores”, pero si valoramos a los adultos mayores de hoy, que fueron educados por profesores de antes, nos daremos cuenta de que no eran muy buenos sus profesores, sus planes de estudio o definitivamente no eran buenos estudiantes, y no solamente pensando en la mayoría de la población que viven con analfabetismo funcional y tecnológico, tampoco en los famosos narcotraficantes que seguramente estudiaron educación básica y sus profesores no pudieron hacer que aprendieran valores morales, sino pensando también en nuestros grandes líderes deportivos, políticos, culturales, sindicales, etc., por ejemplo el Sr. Molinar Horcasitas, quien mínimo pasó nueve años de educación básica, tres de bachiller y cinco años más en la Universidad de la Concuspicencia como estudiante y no se le pudo enseñar con los profesores de antes o simplemente no pudo aprender el bien ser, bien estar y bien vivir.

El tercer punto es la cuestión de la oportunidad o velocidad con que se implementan las reformas, para lo que podemos revisar que el sistema educativo mexicano inició reformando al subsistema preescolar, después secundarias, por último y recientemente primarias ¿porqué no todos los subniveles al mismo tiempo? mientras que la currícula de las escuelas normales no se ha modificado, baste revisar en línea el plan de estudios de la normal básica y nos daremos cuenta de que no existen asignaturas o materias relativas a tecnología educativa, enciclomedia o cualquier otra que capacite a los futuros profesores en el uso de las TICs. En esta situación lo mejor es implementar un mecanismo que permita adecuar para cada ciclo escolar la inserción de novedades científicas, tecnológicas, sociales, culturales y morales en los planes y programas de estudio, en caso contrario se seguirá presentando esta especie de auto boicot del sistema educativo al permitir que los planes de estudio caduquen aún en funcionamiento.

Retomando lo anterior tenemos que la modernidad orilla al sistema educativo a la actual implementación de la Educación Basada en Competencias al parecer exclusivamente para alumnos, buscando que se desarrollen cinco competencias básicas en los estudiantes sin indicar que competencias deberán tener los docentes, sugiriendo solamente las diez competencias de Perrenoud y excluyendo las ocho competencias de Scriven, las cinco competencias que recoge Angulo, otras tres competencias que recupera Angulo de Gimeno, otras tres diferentes que agrega el Espacio Europeo de Educación Superior, además de las cuatro competencias específicas de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación en España, dejando así abierta la oportunidad a que los profesores busquen desarrollar en sus alumnos algo que posiblemente no posean o que al menos no se puede evaluar en ellos mismos.

La misma situación se presenta al buscar formalizar en clase, en el aula, la implementación de un curso basado en competencias, se presenta al profesor una infinidad de propuestas que son lo mismo que antes, pero diferente, al menos así lo manifiestan los encargados de dicha formación, quienes aseguran que solamente es un cambio en la forma de denominar, por ejemplo a los objetivos que actualmente las llamamos consignas, o que solamente se agregan áreas de desarrollo humano a las tres que antes conocíamos de la siguiente forma:

Áreas de desarrollo humano (antes) y ubicación de competencias

Áreas de desarrollo humano (actual) y ubicación de competencias

Se observa al comparar ambos diagramas que la esfera de conocimiento se mantiene, la de hacer se divide cinco y se elimina la del querer, la cual por mucho es el área de desarrollo más importante del ser humano, ya que sirve de nada que nuestros alumnos desarrollen habilidades y adquieran conocimientos si no quieren hacer algo, recordemos que “hace mas el que quiere que el que puede”.

Otro aspecto que vale la pena revisar para invitar a la reflexión es el concepto de capacidad involucrado en diferentes conceptualizaciones de competencias, que según la real academia de la lengua española debemos entender como “aptitud, talento o cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo”, y también como “propiedad de una cosa para contener otras dentro de ciertos límites”, claro que en esta última no se refiere a personas, pero si podemos darnos cuenta de que la aptitud y el talento tienen límites, es decir que la capacidad no se puede desarrollar, no se puede aumentar, es una fundamental postura filosófica de si el artista nace o se hace, de igual forma el buen alumno, dicho de otra forma se nace con la capacidad y se desarrolla la habilidad, seguramente se lee como una condena a que muchos nunca podremos ser excelentes cantantes, matemáticos, escritores, futbolistas, etc., pero finalmente es cuestión de capacidad, recordemos que “quod natura non dat, Salmantica non praesta”

Segundo eje analítico: profesión académica, conocimiento y modernidad cultural

El concepto e importancia de los valores se ha mantenido prácticamente sin cambio durante la evolución de la humanidad, lo que sí ha variado es la prioridad que establecemos para cada uno de estos valores en para todos y cada uno de los campos de acción de nuestras vidas, en el caso específico de la profesión docente se presenta al parecer un dilema para la selección de escalas valorales proveniente de los esquemas de contratación, es decir inicialmente los profesores pertenecemos a la clase obrera, estamos sindicalizados y tenemos contratos de por vida por lo que los valores de responsabilidad, competencia, innovación, entre otros se erosionan al ir ganando antigüedad en una gran mayoría de profesores, motivados en gran parte porque el sueldo sigue siendo el mismo independientemente de que los resultados sean buenos o sean malos. Otra tabla axiomática se presenta cuando los profesores recientemente pretendemos profesionalizarnos, de manera que al igual que otros profesionistas estemos en posibilidades de ganar más o menos en función de los resultados obtenidos de nuestro ejercicio profesional, lo que requiere priorizar valores individualistas como económicos y demás que permitan una escalada personal.

El Dr. Rodrigo López Zavala fundamenta el rompimiento del servicio docente ético del que buscar la sola transmisión de conocimientos, es decir buscan asegurar la eficacia de la enseñanza y descuidan la inculcación de actitudes ante el cambio de los haberes y de las competencias profesionales, desplazando entre otras cosas la importancia valoral que tiene el diálogo.

Lo anterior entre otros factores se origina por la priorización del valor sueldo que orilla a los docentes a buscar la efectividad más allá de la promoción de la interacción, el lenguaje y la intersubjetividad, considerando que los valores morales y sociales no forman parte de las evaluaciones estandarizadas nacionales e internacionales, por lo que no hay manera de hacer llegar a los profesores algún estímulo económico que recompense su esfuerzo por promover valores, entonces estas necesidades quieran para después en el entendido de que lo urgente le quita tiempo para importante.

¿Pero cómo orientar el desempeño docente hace la promoción de la ética desde cualquier asignatura? ¿Se deberá entonces evaluar la ética en forma estandarizada en vez de español y matemáticas? Quizá sea necesario, pero retomando lo indicado por Hargreaves en el sentido de que la gente pretende siempre que cambien los profesores, cuando si bien es cierto la profesión docente es responsabilidad exclusiva de los profesores, también es cierto que los valores fundamentales se enseñan en casa, de tal suerte que no sería una prioridad enseñar valores en el aula si nuestros alumnos asisten a clase previamente formados éticamente y el Profesor se encargaría de reforzar su carga valoral.

Este último autor propone orientar el cambio docente hacia una auténtica y generalizada potenciación profesional de nuestros profesores y nuestras escuelas, que como propuesta es excelente, pero sabemos que se requiere un profundo cambio cultural, en términos sicopedagógicos dejar de trabajar en el conductismo y crecer socioculturalmente, orientarnos hacia el humanismo y no solamente realizar nuestras responsabilidades motivados por lo que vamos a obtener a cambio, que además del desempeño requerido pudiéramos ir un paso más allá y en verdad “… desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano… “.

Bibliografía

Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación en España, (2004), Libro blanco resumen de competencias, consultado el 25 de Febrero del 2009, en www.um.es/facpsi/Europa/nosotros/logop/competencias.pdf.

Angulo,  J.  (1999), Desarrollo  profesional  del  docente.  Política,  investigación  y práctica. Madrid. Ed. Akal.

Cano, E., (2005), Cómo mejorar las competencias de los docentes, Ed. Grao, España.

Carbonell, J. (2001), La aventura de innovar. El cambio en la escuela. Ed. Morata, España.

Gimeno, J. (2009), Diez tesis sobre la aparente utilidad de las competencias en educación”, en Educar por competencias ¿Qué hay de nuevo?, Ed. Morata, España.

Hargreaves, A. (1996), Profesorado, cultura y postmodernidad. Ed. Morata, España.

López, R. (2001), Educación superior y valores. Valores del profesorado en universidades públicas de Sinaloa. U. de O., México.

Perrenoud, Philippe (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. México. SEP.

Scriven, M. (1998). The meaning of bias. Documento presentado en el Simposio de Evaluación Educativa de Stake, Estados Unidos, Urbana, IL.

SEP, (2006), Educación básica, Programas de estudio 2006, Secundaria, Matemáticas, Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública, México, Ed. CONALITEG.


por Wenceslao Verdugo Rojas

Currículum en http://wmvr.org/trayectoria/