Ensayo
La relación de influencia y aportaciones mutuas entre educación secundaria y la círculo superior es bidireccional, en general se pudiera pensar que por ser la secundaria el nivel con alumnos jóvenes y que en un futuro no muy lejano ingresarán a la universidad, entonces la calidad de la educación superior dependerá del repertorio cultural que dichos alumnos adquirieron en secundaria, pero es necesario considerar que los profesores de secundaria fueron formados en alguna escuela de educación superior, por lo que reproducen los patrones de conducta que sus profesores les inculcaron tanto curricularmente como mediante el curriculum oculto, siendo este último el que mayor influencia tiene en muchas ocasiones.
Lo anterior puede considerarse dentro del conocido círculo hermenéutico creado por Heidegger que posteriormente retoma Gadamer, en el cual es sumamente difícil de romper porque nos preguntamos ¿Qué es una educación de calidad? Para lo que es necesario determinar a que educación nos referimos, si al perfil de egreso de la secundaria o al perfil de ingreso a la universidad y ¿Cómo podemos saberlo si no reconocemos un perfil de calidad?
En gran parte según la filosofía de Hans-Georg Gadamer, y como un acercamiento hacia teoría de la verdad buscando expresar la universalización del fenómeno educativo interpretado desde la concreta y personal historicidad, van algunos comentarios, ni cercanamente exhaustivos, de la formación de sujetos y comunidades al interior de los planteles de Educación Secundaria, quienes como individuos pero también como grupos sociales, ya que se les reconoce y prejuzga al ser egresados de ciertas escuelas e ingresan a las instituciones bachilleres y después a las de educación superior.
La aportación desde el curriculum oculto
Un aspecto de gran importancia ha sido la implantación mediante currículum oculto de la ley del mínimo esfuerzo, es decir “lo menos que pueda hacer y lo más que pueda obtener de calificación”, desde el mal entendido por parte de autoridades educativas del ideal de que nadie debe reprobar, lo cual es completamente adecuando, es el logro máximo de un sistema educativo si lo interpretamos desde el fundamento de que todos los alumnos alcanzarán los objetivos de aprendizaje mediante el esfuerzo de todo el sistema educativo, pero no se interpretó de tal forma, sino que aprovechando que no existían mecanismos eficaces de evaluación masiva, los Secretarios de Educación dispusieron verbalmente que solamente podían los profesores reprobar al diez porciento de la población estudiantil, lo que significa cuatro o cinco alumnos de cada grupo de cuarenta o cincuenta alumnos.
Y no es que los profesores tengamos la obsesión por reprobar alumnos, es que hay que ser concientes de que estamos formados y actuamos conductistamente tanto adultos como adolescentes y niños, y si no se les apura con la calificación, los alumnos no realizan las actividades y tareas que les corresponde, eliminando así la única herramienta que tenemos los profesores para hacer que los alumnos estudien, porque el discurso motivante del crecimiento espiritual y la importancia de la educación y la cultura ha perdido casi completamente su validez en la comunidad y se ha cambiado por un discurso totalmente consumista en el que el amor al conocimiento queda rezagado ante la importancia que adquieren los bienes de consumo, ya no es tan fácil convencer a los alumnos que estudien.
La anterior disposición verbal – gubernamental, que sufrió modificaciones como la dinámica del teléfono descompuesto, seguramente este fenómeno no inició al mismo tiempo ni con la mis a fuerza en todos los alumnos, ha sido la implementación paulatina de la flojera institucionalizada, y como tiene más de diez años, ha dado lugar a que la gran mayoría de alumnos y en atención a la ley del mínimo esfuerzo citada anteriormente, piensen y actúen con base a la idea de que “siendo de los menos malos de los peores alcanzo un seis”, por ejemplo, si los profesores nos encontramos con que veinte alumnos no presentaron actividad alguna para revisión, es necesario en términos de justicia y darle a cada quien lo que merece, asignarles una calificación reprobatoria, pero como los alumnos y el profesor saben que no se puede reprobar a más de cuatro, entonces dieciséis de ellos dan por hecho que aún cuando no realizaron sus tareas, de cualquier forma obtendrán una calificación aprobatoria, fortaleciendo esta idea año tras año.
Las consecuencias de esta disposición son enormes: se deterioró la autoridad del profesor en el aula y con ello su imagen ante la sociedad; se educó a los alumnos en la cultura del mínimo; se ubicó al Estado y a la República en los últimos lugares en las pruebas internacionales, después de que con las calificaciones maquilladas estábamos entre los primeros.
La aportación desde la enseñanza de las asignaturas
Como sabemos la selección de asignaturas es fundamentalmente positivista y no se busca mediante este texto promover un debate acerca de la epistemología curricular y la creciente necesidad de involucrar interpretaciones ontológicas al curriculum para dar lugar a una exégesis mas completa de la realidad, sino analizar desde algunas de las asignaturas ya establecidas, y no desde las que deberías de ser, cual es la aportación del nivel secundaria hacia la educación superior.
Inicialmente las matemáticas, que por algún motivo son consideradas como las más importantes al igual que el español tanto por autoridades como por la sociedad en general, es decir, si le preguntamos a cualquier persona acerca de que importancia tienen las matemáticas en su vida personal y social invariablemente responderá que toda la importancia, que son sumamente importantes, y si después le cuestionamos si considera que aprendió matemáticas en su educación básica seguramente responderá que no, por otra parte las evaluaciones estandarizadas nacionales e internacionales evalúan especialmente matemáticas argumentando que es la materia mas importante junto con el español, el punto aquí es el reconocimiento que ha ganado esta asignatura forma parte de la parafernalia de la misma, en general se estima que es la más difícil de las materias cuando debería de ser al contrario: la más fácil, y si le agregamos que muchos profesores en verdad creen lo anterior e imparten matemáticas como algo imposible de entender por lo que van desarrollando en ellos mismos y en los alumnos una mala actitud hacia las matemáticas en cualquiera de sus presentaciones, lo que determina una de las aportaciones más importantes de la educación básica a la educación superior: la certeza en los alumnos de estudiar lo que sea en la universidad siempre y cuando no incluya matemáticas en su currícula, por lo que actualmente y como un fenómeno nacional, se encuentran saturadas las carreras de derecho, contabilidad y administración, mientras que las carreras de ingeniería y especialmente las de física y matemáticas tienen muy poca población. Y si reflexionamos un poco más allá podemos analizar que son éstas últimas carreras las que producen riqueza en un país y las primeras carreras mencionadas no producen sino que administran.
En la asignatura de arte se reitera el círculo hermenéutico de Heidegger en el sentido de que para responder a la pregunta “¿Qué es una obra de arte?”, es necesario saber previamente qué es el arte, ahora bien, ¿cómo conozco éste si no reconozco las obras?, este círculo hermenéutico no es exactamente un límite o un error del conocimiento, como corregiría la lógica clásica y el pensamiento científico, sino algo intrínseco al hombre e inevitable, pero que se constituye como una oportunidad que nos permite conocer el todo a través de las partes y viceversa, pero en el caso de educación básica se torna fundamental para elevar el espiritú más allá del conocimiento de todas las demás asignaturas, ya que es en la estética donde la humanidad inicia su diferenciación de las demás especies, por ejemplo en la época de las cavernas algún homínido decidió pintar sus ideas en la piedra, colocar una planta a la entrada o simplemente acomodar cualquier objeto para que se viera mejor, cosas que no hacen los animales, con lo que podemos apostar a que el arte nos va restando lo primitivo, lo cual solamente se logrará exponiendo a nuestros alumnos a una gran diversidad de obras de arte, de tal suerte que la aportación a la educación superior sean alumnos con la capacidad de apreciar las cosas bien hechas y la necesidad de hacer, como en otros países, con el mismo material productos con las tres b: buenas, bonitas y baratas.
De las actividades extracurriculares
Con el tiempo lentamente pero a paso seguro, hemos ido acostumbrando a nuestros estudiantes a la realización del mínimo de actividades, en vez de promover en ellos a ofrecer un extra, algo más que lo requerido por la ley, más allá de la educación básica que establece el Plan y Programas de Estudio, porque es en esta oportunidad donde los alumnos pueden encontrar su identidad, especialmente si consideramos la tendencia a uniformar tanto el vestuario como las actitudes, entonces los estudiantes no tienen manera de expresar, de manifestar, de ser, y son solamente lo mismo, es decir que no permitimos en las escuelas que existan, por orden alfabético, cheros, dorks, emos, fresas, frikis, games, geeks, nerds, ninis, otakus, rockeros, etc., bueno, los ninis no van a la escuela, pero lo importante en este punto es que la aportación de la educación básica a la educación superior debería de ser alumnos con la necesidad y el gusto por hacer un poco más de lo requerido, que si en la universidad les solicitan un estudio comparativo de marcas de zapatos agreguen también marcas de pantalones y camisas, que nutriría mucho a la investigación y no cuesta mayor empeño, o si les requieren como práctica las medidas topográficas de la universidad entreguen además de las medidas solicitadas los planos impresos a color en una superposición con los edificios, que tampoco implica gran trabajo extra, pero si habla de que se quiere hacer las cosas bien.
La aportación desde otros puntos
Las aportaciones de la educación secundaria a la educación superior se pueden considerar desde otros puntos de vista además de ver los acontecimientos desde el curriculum oculto, desde la enseñanza de las asignaturas o desde las actividades extracurriculares, se revisan algunas brevemente especialmente por el mensaje que se remite a la sociedad, por ejemplo:
Se culpa a los veinte o treinta minutos de receso de los grandes problemas de obesidad, que si bien es cierto que la escuela tiene una función social formadora de hábitos en los alumnos, la gran mayoría de los hábitos alimenticios ya los traen desde su casa, donde pasan la mayor parte del tiempo y donde hacen sus tres comidas diarias. Además debemos recordar que la medicina preventiva se hace en los hospitales, por lo que la aportación de la educación básica a la superior es que las escuelas de educación básica son responsables de grandes desordenes culturales, sociales y ahora alimenticios.
La genealogía de la gratuidad de la educación básica tiene su fundamento en lograr la cobertura alfabetizante, pero de ninguna forma significa que la sociedad y en especial los padres de familia retiren o nieguen el apoyo económico a la escuela, a la cual solamente se hacen llegar recursos para pagar al personal y los servicios de agua y luz, los demás servicios como teléfono, internet, foto copiado e impresión, servicios de mantenimiento a computadoras, aires acondicionados, los mismos aires acondicionados, mantenimiento a edificios e instalaciones eléctricas e hidráulicas, entre otros, se deben cubrir con recursos propios de la escuela, por lo que sus hijos, nuestros alumnos, se sientan en el suelo, los despachen temprano porque no hay agua o sufren las inclemencias del tiempo ya que carecen de vidrios las ventanas o no funciona el aire acondicionado, así la aportación de la educación secundaria a la educación superior debería de ser de mayor compromiso por parte de los padres que saben que el mejor legado que pueden dejar a sus hijos es una buena educación.